Prevención en el tránsito
Última actualización: 16.09.2009 - 18:31 El establecimiento de normas de seguridad en el tránsito no es arbitrario, puesto que la falta de éstas y/o su no cumplimiento aumentan el riesgo de accidentes y traumatismos.
La conducción a velocidades excesivas o inadecuadas, bajo la influencia del alcohol, el sueño o cansancio, y la no utilización de dispositivos de protección (cinturón de seguridad, sistema de retención infantil y cascos) para todos los ocupantes del vehículo son factores que contribuyen a aumentar las lesiones.
Cuanto mayor es la velocidad, menos tiempo tiene el conductor para frenar y evitar un choque. A mayor velocidad, mayor gravedad, por lo tanto establecer límites a la velocidad obedece a minimizar los resultados de un siniestro, ya que la probabilidad de que un peatón muera atropellado por un vehículo se incrementa exponencialmente con el aumento de la velocidad.
La ingesta de alcohol aumenta la probabilidad de siniestros con consecuencias graves. Uruguay, a través de la Ley 18.191, logró alcanzar los estándares mundiales en cuanto a valores aceptados para conducir un vehículo, estableciendo para conductores profesionales el valor 0 (cero). Como regla general, si bebe alcohol, no conduzca.
La obligatoriedad de utilización del cinturón de seguridad en todos los asientos del vehículo ha logrado disminuir los traumatismos causados por siniestros de tránsito. Los sistemas de retención infantil son un elemento importante en lo que refiere a la prevención de traumatismos en niños. Si bien su uso no es obligatorio, se recomienda su uso de aquellos modelos que reúnan las condiciones.
Los cascos también son una protección que resuelve de gran forma las lesiones causadas por siniestros de tránsito. Estudios internacionales ponen de manifiesto que motociclistas sin casco tiene 3 veces más probabilidad de morir por lesiones en la cabeza que uno que sí lo lleva. El 75% de los motociclistas que muere por siniestro de tránsito es a causa de lesiones en la cabeza.
La utilización de teléfonos celulares mientras se conduce aumenta el tiempo de reacción de 0,5 a 1,5 segundos, tiempo suficiente para causar un siniestro de tránsito, por lo cual su uso está prohibido.
La fatiga es otro factor de riesgo que ocurre, fundamentalmente, en conductores profesionales. Existe riesgo potencial si las personas conducen sin haber dormido menos de 5 horas en las últimas 24, o lo hacen entre las 2 y las 5 am.
La importancia de la utilización de los sistemas de seguridad y el respeto de las normas no solo es importante para evitar lesiones y muertes en el tránsito, sino que reducen los gastos ocasionados a consecuencia de un siniestro de tránsito, que se generan por atención médica, movilización de personal especializado (bomberos, urgencia médica etc.) e internación en CTI, sin olvidar un gasto que también pagamos todos, que es atender a aquellas personas que quedan con discapacidad parcial o total.
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